Doctrina teológica: sobre los demonios.
Efesios 6:11-18
Protéjanse contra los engaños del diablo con toda la armadura que les da Dios. Nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra gobernantes, contra autoridades, contra poderes de este mundo oscuro y contra fuerzas espirituales malignas del cielo. Por esa razón, vístanse con toda la armadura de Dios. Así soportarán con firmeza cuando llegue el día del ataque de Satanás y después de haber luchado mucho todavía podrán resistir.
Doctrina teológica, sobre los demonios.
El apóstol Pedro escribió que; el diablo, cual león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 1 Pedro 5 8.De la doctrina de la Iglesia sobre los demonios. Es de fe que existen los demonios. Hay un número considerable de ángeles que fueron creados buenos por Dios. Pero que se hicieron malos por su propia culpa. Y por sucumbir ante sus propios deseos. Sin embargo; los demonios ejercen por permisión de Dios. Él permite su maligno influjo sobre los hombres, incitándoles al mal. A veces invadiéndoles y torturando sus mismos cuerpos. En medio de los asaltos y torturas de los demonios, la voluntad humana siempre permanece libre. Pues la voluntad sólo puede ser inmutada de dos maneras, de manera intrínseca o de manera extrínsecamente. Sólo Dios puede mover la voluntad intrínsecamente, ya que el movimiento voluntario no es otra cosa que la inclinación de la voluntad a la cosa querida, y sólo Aquel que ha dado esa inclinación a la naturaleza intelectual puede inmutarla intrínsecamente. El demonio, sólo puede mover la voluntad extrínsecamente, esto es, ofreciendo a los sentidos externos e internos las especies de las cosas que incitan al mal o excitando el apetito sensitivo para que tienda desordenadamente a esos bienes sensibles La voluntad Extrínsecamente, puede ser movida de dos maneras. Primero, de manera Efficaciter, es cuando se va actuando sobre el mismo entendimiento y va haciéndonos aprehender el objeto como un bien necesario en el entendimiento. Segunda, de manera Inefficaciter, es el modo de simple persuasión. Y éste es el modo que corresponde a los ángeles, sean buenos o malos y a los demás seres creados, quienes pueden influir sobre nosotros. Pero hay una trampa. Los ángeles buenos y los demonios pueden inmutar intrínsecamente la imaginación y los demás sentidos internos y externos. Todos estos seres se encuentran en la cuarta dimensión, que es el plano astral, Se podría decir que es la parte oscura de nuestra realidad. Es el reino de los fantasmas, de los extraterrestres, de los demonios y de los espíritus de la naturaleza o también conocidos como elementales, que nos envuelven, entre susurros y sueños. En busca de nuestra atención, nos tientan, nos dan falsas señales. Saben que somos imperfectos, débiles, prestos a creer y seguir cualquier designio, y aún más si nos beneficia. Nunca nos quisieron hablar de ello, advertirnos del engaño. Más bien, el miedo a lo desconocido era inyectado en todos y cada uno de nosotros, para evitar la búsqueda de la verdad, y ser presas fáciles. Más les vale mantenernos envueltos en un materialismo grosero rodeado de supersticiones religiosas, inventos innecesarios y exageraciones para esconder y desacreditar la verdad. El mundo ha girado con el lema. Que nadie busque y el que busque sea juzgado loco o sea adoptado y adaptado por el sistema de control religioso y político. Hoy la ciencia de vanguardia investiga ante los ojos incrédulos de la humanidad durante años lobotomizada. Estudia los fenómenos "inexplicables" para la ciencia y secuestrados por la religión. En el universo no existe el bien o el mal. Hay sólo eventos que se van encadenando como efectos provenientes de una serie de diversas causas. Es cada uno quien los cataloga o los considera si es positivo o negativo de acuerdo a sus apreciaciones. Nos hicieron creer que durante todo el tiempo anterior a nosotros, este tiempo presente y el tiempo futuro, siempre habrá una batalla entre el bien y el mal. Y como parte de esto nos hicieron creer en dioses y demonios, nos hicieron creer en paraísos e infiernos; y fue así como fácilmente se dividió la mente del ser humano entre falacias. Perdida entre mentiras en el imaginario colectivo. Y así, ir perdiendo su libertad y capacidad de ser en cada generación. Es simple; Divide y reinarás, es así como se somete la mente. A los que están arriba de la pirámide les conviene que el mundo esté navegando en la ignorancia o en el entretenimiento. Entre más ignorancia haya sobre la existencia, pues más fácil se le manipula. Por eso, el conocimiento es la luz que ilumina el sendero obnubilado de ignorancia. ¿Y quiénes tienen la luz? Pues los iluminados. Pero ya ha empezado a suceder, paulatinamente se deja de creer en dioses y demonios, se deja de encajar en lo bueno o malo y, por el contrario, se empieza a buscar adentro ese conocimiento. Volvemos a las raíces ancestrales, a la esencia de la misma vida; lejos de religiones, de supuestos creadores, de miedos infundados sobre seres que nunca existieron. Somos dioses ocultos en cuerpos humanos, ilimitados de amor y conocimiento. Somos tanto ángeles como demonios cuando no nos conocemos ni observamos, cuando damos por hecho que no existe una salida. Somos esa eterna dualidad interna con la que luchamos para entendernos, para fluir en la bella armonía que existe en nuestro interior, para dominar cada una de nuestras sombras que nos encadenan a nuestro propio sufrimiento. Sólo consientes de la importancia del silencio y la respiración, y de que la salida es hacia nuestro interior, observaremos nuestro infinito poder, la magia transformadora, la sanación de todo patrón limitante, y la conexión con la divinidad, de la cual se ha hablado por miles de años A continuación les dejo algunos puntos que ayudarán a cambiar los paradigmas. Ser Caritativo con Otros. Ser Compasivo. Perdón y Reconciliación. Aprecio y Gratitud. Difundir Esperanza. Compartir Hospitalidad. Practicar la Humildad. Defender la Justicia. Paciencia: Soportar las Pruebas. Mostrar Tolerancia y Aceptación. respetar a la Comunidad.
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