ENCUENTROS EXTRATERRESTRES

La Abduccion de Carol y Helen Thomas, Inglaterra

Carol y Helen Thomas fueron abducidas en un callejón, en el año 1988, en Walles, Inglaterra. Helen Thomas y su madre Carol volvían de su trabajo en un molino cercano. Esa mañana, fueron sorprendidas por extraños sonidos sobre sus cabezas, así como un intenso brillo que cayó sobre ellas y las cegó. Tras desaparecer, aparecieron y sintieron nauseas. Helen tenía su chaqueta mojada, aunque todo estaba seco. Esto sucedio enn las primeras horas del 30 de marzo de 1988, cuando Helen Thomas y su madre Carol se pusieron a trabajar en el molino cercano. Caminaron por las urbanizaciones y callejones de la ciudad como siempre lo hacían. Esa mañana en particular, ambas mujeres notaron un zumbido bajo sobre ellas, antes de que una luz intensa y brillante las cegara. Cuando la luz desapareció, ambas mujeres recuperaron el sentido, sintiéndose un poco mareadas. La chaqueta de cuero de Helen estaba empapada, pero a su alrededor, el suelo estaba seco. Sintiéndose confundidas. Aún así, las dos mujeres siguieron su camino al trabajo. Cuando volvieron a su trabajo, el guardia de seguridad les informó que llegaban horas tarde. En los siguientes días, su piel se llenó de ampollas y erupciones cutáneas muy molestas, y una sensación constante de ansiedad se apodero de ambas.

Pasaron varios años antes de que se pusieran en contacto con el destacado investigador de ovnis, Tony Dodd, quien acordó realizar una entrevista con las mujeres bajo hipnosis. En esta seción Tony Dodd, hipnotizó a las mujeres y le contaron que habían sucedido aquella vez. Cada una recordaría haber sido llevada a una habitación grande y luminosa y colocada sobre mesas. Esos seres utilizaron un material inusual en forma de red en sus piernas que parecía pesarles.

Las criaturas con grandes cabezas y grandes ojos oscuros realizaron extraños experimentos con ellas, incluida la extracción de Ovulos de sus cuerpos a través de un tubo delgado insertado en su abdomen. Todo estaba "húmedo al tacto", y aún más extraño fue que uno de los extraterrestres le gustó especialmente la chaqueta de Helen, frotando el material de la chaqueta en su cara y en sus manos haciendo que la prenda se mojara, (o tal vez solo se limpio las manos).