Dioses primigenios: El Ekeko, el dios pagano andino.

El Ekeko, el dios pagano andino.
El Ekeko es una deidad precolombina, el Ekeko es un dios de origen Aymara, que todavía recibe cierto culto en Perú y Bolivia, sobre todo en el solsticio de verano. Está asociado con la abundancia, la prosperidad y la buena suerte. Se representa como un hombre regordete y bigotudo, generalmente con ropas y objetos en miniatura. Es un personaje que en su raíz aimara su nombre refiere a enano, y en el quechua, según los entendidos significa duende o diablillo. Lo cierto es que el ekeko nos lleva al antiguo Tiahuanaco, que adoró a un diosecillo que alejaba a las fuerzas depredadoras de la naturaleza sea granizo, heladas o sequía y prodigaba la producción. El Ekeko es una deidad venerada desde siglos antes de la conquista del territorio por los españoles. Sus seguidores creen que ahuyentaba la desgracia de los hogares y atraía la fortuna. Se piensa que se originó entre los Tiwanaku, ya que las primeras excavaciones se encontraron estatuas del dios jorobado corresponden a las etapas cuatro y cinco de la era imperial de Tiwanaku, ente los años trescientos setenta y cuatro y mil ciento dieciocho después de Cristo. habitantes del altiplano boliviano y de las riberas del lago Titicaca. Tras la conquista por los incas, estos adoptaron la deidad, y la convirtieron en símbolo de la fertilidad y la buena suerte. En sus inicios, el Ekeko o Iqiqu en lengua Aymara, era de piedra, jorobado, tenía rasgos indígenas y no llevaba ningún tipo de vestimenta, este pequeño dios andino quien, en esa época, era presentado desnudo, tenía un pene desproporcionado en erección ya que era el dios de la abundancia, de la alegría y también de la fertilidad. Por tanto, algunos especialistas creen que el Ekeko era una representación de la deidad Tunupa, dios de la fertilidad y la abundancia en la cultura Tiawanacota. En la colonia el culto a la deidad tomó nueva fuerza en La Paz actual capital de Bolivia. durante el cerco que esta ciudad soportó durante un alzamiento indígena al mando de Tupac Katari contra el control español. Fiesta que se celebra hasta hoy en la feria de la Alasita cada veinticuatro de enero en Bolivia. En Perú, la celebración principal se realiza los primeros días de mayo, pero la costumbre de vender miniaturas y de celebrar al Ekeko ha llegado a varios pueblos peruanos en otros meses del año en las regiones de Junín, Moquegua, Cerro de Pasco, Cusco y Lima. En 2017, la celebración a este dios pagano fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por UNESCO La Iglesia Católica intentó erradicar su culto en tiempos de la conquista, sin mayor éxito, aunque la imagen llegó a sufrir ciertos cambios: fue vestida y sus rasgos cambiaron a los de un mestizo. Dándole así un aspecto más occidental. Este Ekeko occidentalizado Tomo entonces la forma de una persona sonriente, ligeramente obesa, vestida con ropas típicas del altiplano y cargando gran cantidad de bultos de alimentos, dinero, hojas de coca y otros objetos de primera necesidad que cuelgan de sus ropas como si fueran alforjas. En la escultura de barro del Ekeko con chullo, bigote, chaleco, ojotas; el fanatismo en torno a esa figura es muy grande, y a su vez tiene un gran fervor en su ritualidad. Muchos relatos acerca de este ídolo corresponden a "deseos imposibles que se logran" a través de su culto. a pesar del lazo que existe entre el ekeko y los gentiles, ha logrado tomar un lugar propio en la creencia popular, los gentiles en la mitología andina son seres fantásticos que representan un pasado indígena, un pasado que se diferencia del presente y que está ligado a la construcción de monumentos megalíticos y a la existencia de seres gigantes con gran fuerza. En algunos lugares de los Andes, se los llama "chullpa" o "uros", y se los considera como parte de una humanidad anterior a la actual.
En su libro "El Ekeko y los deseos imposibles” del escritor Sarko Medina Hinojosa, observo en el cuidado de algunos detalles de carácter antropológico e histórico, como la necesidad de ofrendar cigarros al Ekeko los martes o viernes para que no cause estragos, y así prodigaba felicidad vinculada a la producción. Pero con el tiempo cambio la creencia, la cual aún existe en la sierra sur del Perú como en el occidente de Bolivia. Y es la creencia de que el Ekeko es capaz de conceder los deseos de sus seguidores si estos le ofrecen una copia de ellos en miniatura, y muchos tienen en casa una imagen para que les resuelva los problemas, dejando dinero a su lado y manteniendo un cigarro encendido en su boca. Las figuras que le ofrecen son de cerámica, metal o piedra y deben ser reproducciones exactas del objeto de sus peticiones: automóviles, electrodomésticos y alimentos. Cuando se desea amor, se le entregan miniaturas de gallos y gallinas.” La maldición del Ekeko La maldición del Ekeko es una tradición que sugiere que el muñeco Ekeko puede castigar a su dueño si no se le cuida y se le ofrece las ofrendas adecuadas. Se cree que el Ekeko, conocido como el Dios de la abundancia, puede conceder deseos y traer buena suerte, pero también puede enfadarse si no se le trata con respeto. Para que el Ekeko traiga buena suerte, se debe colocar en un lugar de honor en el hogar, se le debe dar un cigarrillo para que "fume" y se le deben ofrecer ofrendas como dinero y comida.
Sin embargo, muchos compran un Ekeko, patrón de la fiesta, rey inequívoco de los comerciantes, Dios de la alegría y heredero legítimo de los dioses del antiguo Perú. (Antología del Ekeko - Omar Aramayo) Según la apariencia del nuevo ekeko Conspiracion. El Olentzero es representado como un hombre grueso, desharrapado, manchado de carbón, de buen comer. Este personaje de leyendas relacionadas con el sincretismo entre la mitología vasca y las tradiciones cristianas locales: un gigante o jentil que se convierte al cristianismo. Su singular característica es que vive aislado de la sociedad dedicado a hacer carbón vegetal en el bosque gustándole comer y beber bien y cada invierno baja de las montañas a los pueblos. En la cultura vasca en la versión tradicional lo suele presentar sucio, y fumando en pipa. Se utilizan muchas veces, especialmente para el comercio, muñecos de Olentzero limpios y sin tabaco. En la gran mayoría de los pueblos de Navarra y el País Vasco se celebra el desfile en víspera de navidad donde Olentzero entrega regalos.

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